miércoles, 21 de septiembre de 2011

Los riesgos de las cadenas de mail como método para encontrar personas perdidas.

La desaparición y posterior muerte de Candela Rodriguez hace algunos días, reavivó en los medios una discusión de suma importancia para la sociedad actual. ¿Es correcta la utilización de las cadenas de mails como método de búsqueda de chicos desparecidos? ¿Es efectiva? ¿Hasta que punto pueden controlarse una vez finalizada la búsqueda?

   Muchas veces en la bandeja de entrada de nuestro correo un mensaje con la foto de un niño perdido y un texto en el que un familiar angustiado nos pide que reenviemos el mail a nuestros contactos y qué, si sabemos algo de esa persona en particular, llamemos a alguno de los teléfonos que brinda. Pero este método no es muy bien visto por las fundaciones y ONG´s que buscan gente y muchas veces, el resultado puede ser adverso.

   Según María, voluntaria de Missing Children, -que prefirió no dar su apellido- estas cadenas de mail no siempre tienen las mejores intenciones. Muchas veces son una simple broma de algún amigo o conocido del chico de la foto, que no es consciente de las dimensiones que puede tomar ese "chiste". Otras veces la desaparición es real pero aunque el menor es encontrado rápidamente el mail sigue circulando, y es imposible pararlo. Esto hace que el pequeño sea reconocido en la calle y se le haga más difícil una reinserción apacible en la vida cotidiana. El hecho es agravado si las causas de su desaparición son debidas a problemas psicológicos o inconvenientes familiares.

   También ha sucedido que el desaparecido en cuestión fuera encontrado muerto, y como la cadena sigue en internet, la familia continúa recibiendo llamados de gente que cree haber visto al difunto.

   Por estas razones, organizaciones como Missing Children no apoyan esta herramienta de búsqueda en tanto no esté perfeccionado el control que se pueda tener sobre ellas. Si bien ha tenido resultados positivos en algunas ocasiones, los riesgos que implica su utilización son muy grandes por lo que es preferible, según afirman, seguir con los métodos tradicionales.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Para entender un poco más el problema actual de la educación en Chile.


   Desde hace ya unos años Chile, al igual que varios países de Latinoamérica como Colombia, Uruguay y Argentina tiene lo que se denomina una “población envejecida”. Esto significa que mientras la tasa de natalidad está descendiendo desde 1988, se registra un aumento sostenido de la cantidad de personas mayores de 60 años, que actualmente está entre el 8% y 10%. Según estimaciones de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), este porcentaje irá en aumento y llegará al doble para el año 2020 .

   Este hecho parece haber afectado las políticas sociales que se aplican en el país transandino. La juventud es desde hace ya varios años un grupo excluido y no parece ser prioridad para los gobiernos de turno. Las revueltas  que comenzaron hace algunos días, protagonizadas por estudiantes, pidiendo mejoras en el sistema educativo, son una prueba fehaciente de ello.
Buscan cambios en el modelo económico y político establecido durante la dictadura militar que gobernó al país entre 1973 y 1990.

El costo de la educación superior en Chile está entre los más altos del mundo y la inversión que hace el estado en la misma, es, a su vez, el menor en el mundo (0,5% del PBI). Esto lleva a que por cada peso que el estado deriva a la educación, el estudiante debe poner cinco.

Los reclamos  de los estudiantes
Los estudiantes comenzaron tomando colegios y universidades y ante la falta de respuesta por parte del estado, continuaron saliendo a la calle a protestar con objetivos claros. Piden mejoras tanto para la educación universitaria como para el nivel segundario.

Los pedidos relativos a la educación superior se concentran en tres puntos:
1.- Igualdad de oportunidades de acceso a la educación.
2.- Aumento del gasto público en educación superior.
3.- Democratización del sistema de educación superior.

Los estudiantes secundarios piden
1.- Una reforma constitucional que garantice el derecho a la educación por sobre el derecho a la enseñanza.
2.- La desmunicipalización y estatización de la educación general.
3.- La derogación de la Ley General de Educación para lograr la institucionalidad de la educación pública.
4.- Tarifa estudiante en el transporte público.
5.- Plan de reconstrucción de los establecimientos que sufrieron daños en el terremoto de 2010.
6.- Mejoras en los liceos técnico-profesionales.
7.- Una malla curricular estandarizada para todos los colegios estatales del país.

¿Cuál es la respuesta del gobierno?

   El presidente, Sebastián Piñera (que se presentó a las elecciones como “la nueva derecha”), tras una dura represión de las movilizaciones estudiantiles debido a que consideraba que alteraban el orden público, decidió presentar dos propuestas para llegar a un acuerdo con los estudiantes. La primera es el proyecto GANE («Gran Acuerdo Nacional de la Educación») y el FE («Fondo por la Educación»).
   Además anunció la creación de la Subsecretaría de Educación y de la Superintendencia de Educación Superior (encargada de fiscalizar que las universidades no tengan fines de lucro).
Estos anuncios fueron recibidos con cierto escepticismo por parte de los estudiantes por lo que en un principio eran reacios a aceptar la idea en una mesa de diálogo. 

   Hoy en día el gobierno plantea cuatro ejes de discusión sobre el tema, el primero es una reforma constitucional para asegurar la calidad educativa. El segundo gira en torno a la igualdad de oportunidades para acceder a la educación mediante becas y créditos. El tercero se refiere a la demunicipalización de los establecimientos institucionales para “potenciar la calidad de la educación pública” (en 1986 hubo un traspaso de la administración de los institutos educativos desde el Ministerio de Educación a las comunas en las que cada uno se ubicaba). El último apuntaría que los establecimientos de educación superior privados sean regidos por fundaciones sin fines de lucro.

Pareciera que estos cambios en Chile son los primeros pasos del camino hacia la mejoría en el sistema educativo. Mientras tanto los estudiantes siguen movilizandose y protestando para tratar de ser escuchados en medio de una población cada día más anciana.

miércoles, 27 de julio de 2011

¿Cómo funcionan los polémicos cursos que enseñan inglés en 4 meses?


Quien se mueva por los subtes de la ciudad, sin dudas ha visto en algún momento un cartel que promociona la posibilidad de aprender inglés en un tiempo que va desde los 4 a los 8 meses. Ofrecen grupos reducidos, “super aprendizaje”, profesores especializados y nativos entre otras cosas. Pero el cartel no nombra ninguna institución. Sólo se puede ver el nombre de una persona, un teléfono de línea y un celular, en pequeños recuadritos que uno puede arrancar y llevarse a su casa. ¿Qué hay detrás de esta oferta tan extraña?



   Desde hace ya varios años el idioma inglés se volvió un requisito excluyente para las empresas que buscan sumar nuevos integrantes. Además, muchas universidades dan material de estudio en esta lengua y en el día a día, cada vez con más asiduidad, el idioma anglosajón se mezcla con el castellano. Año a año se vuelve más importante aprenderlo y los institutos que lo enseñan son conscientes de ello.

   La oferta de establecimientos que se dedican a la enseñanza y el perfeccionamiento del inglés es cada vez más grande, variada y  costosa. Los que cuentan con más trayectoria y cantidad de alumnos son los que ofrecen una enseñanza tradicional, con un programa de estudios pensado en cuatrimestres, una cantidad de horas semanales predeterminada, varios niveles, y exámenes al final de cada uno de ellos. Institutos como ICANA o la Cultural Inglesa nos explicaron que la enseñanza dura entre 3 y 6 años dependiendo de la modalidad de estudio (intensiva o regular), y el costo mensual ronda los 350 pesos en los niveles iniciales del curso regular y aproximadamente el doble en los intensivos.

   Pero también existen otro tipo de institutos, con una modalidad de enseñanza diferente, prometen horarios flexibles, clases personalizadas y profesores nativos, no se menciona la existencia de niveles o exámenes e insisten en tener una entrevista personalizada con cada persona interesada en aprender. Estos cursos promocionan una enseñanza más veloz que los cursos tradicionales y cobran más de $1000 mensuales.


   Una de estas empresas es la que se promociona mediante carteles que se ven pegados en los vagones del subte, ofrecen enseñar a hablar inglés en 4 meses y escribir y leer en 8. Explica que es un método nuevo, que tienen profesores especializados y nativos, salas de audio, talleres y muchas cosas más. Una de las primeras rarezas que uno nota en estos carteles es la falta de información formal sobre el instituto. No aparece ni la dirección de las sedes, ni el nombre de la institución. Esto nos pareció suficientemente llamativo como para averiguar un poco más sobre el origen de estos carteles que pueblan las paredes de los subtes. Decidimos llevarnos el número de teléfono y comenzar llamando a los números que ofrecen para informarnos un poco más sobre este particular sistema de enseñanza.



   Cuando uno llama al teléfono que ofrecen estos carteles es atendido por un representante de  “Natural Learning Corporation” (NLC) una empresa multinacional que, según nos explicaron, llegó al país hace cinco años desde Colombia, donde fue fundada hace 27 años.

   Durante una charla telefónica que no dura más que algunos minutos este representante nos pregunta nombre y apellido, por qué queremos estudiar inglés y cómo fue que nos enteramos de la existencia de la empresa. Una vez que completó esos datos comienza a explicarnos que el curso de 8 meses es dado por “una empresa multinacional” (en ningún momento nos mencionará el nombre) que garantiza que vamos a poder mantener una conversación en inglés en 4 meses y que en 8 podríamos estar escribiendo correctamente en este idioma.

   Tras una breve –e insuficiente- descripción del curso nos dice que la enseñanza es SIN COSTO y que lo único que se cobra es el material didáctico. Con esta promesa nos solicita que pautemos una reunión lo más pronto posible, de ser posible ese mismo día; con uno de los docentes del instituto que será el encargado de terminar de explicar cómo funciona este particular sistema.

   La reunión fue en una de las sedes de este instituto (en C.A.B.A. son dos, una en belgrano y otra en el microcentro). Cuando llegamos encontramos a tres de los profesores, que no superaban los veinticinco años de edad y ningún alumno. Una recepcionista nos pidió que esperásemos y algunos minutos más tarde entramos en una pequeña oficina junto con Cecilia, una de las profesoras que estaba en la recepción.

   Cecilia nos pidió nuevamente algunos datos para la ficha de la empresa. Nos preguntó cual era nuestra disponibilidad e independencia económica y horaria, si estamos trabajando, con quién vivimos, si tenemos hijos o pareja y cuales son las razones para estudiar inglés (entre las que se encuentran las económicas, culturales, laborales y sociales).

   La reunión duró aproximadamente una hora, nos explicaron que el sistema que utiliza NLC  es completamente nuevo y se basa en tres pilares: la musicoterapia, el aprendizaje natural y la auto nivelación. Con tan sólo dos clases semanales de una hora más media hora diaria de práctica en nuestro hogar, podremos aprender a hablar inglés en 4 meses (incluso menos si practicamos más seguido en nuestro hogar) y estaremos escribiendo en perfecto inglés en 8 meses. Además, ofrecen un perfeccionamiento de dos meses más para rendir el examen TOEFL (Test Of English as a Foreign Language) que mide los conocimientos sobre el idioma en función de la manera que tiene de hablarse en Estados Unidos.

   Además,  según nos informó la profesora, mediante los cursos de conversación y la participación de profesores nativos se enseñará el slang (lunfardo) propio de cada país donde se habla inglés para poder comprender tanto a un canadiense como a un australiano, un inglés o un estadounidense.


   Como las clases se coordinan semana a semana, el alumno tiene lo que ellos llaman una “blue card” donde se anota clase a clase en que temas el profesor debe hacer más hincapié y en cuales el alumno no tiene mayores inconvenientes. Esto hace entonces que la enseñanza sea personalizada y los tiempos de aprendizaje se adapten al alumno (lo cual da por tierra la idea de que la enseñanza dura cuatro y ocho meses).

   La charla terminó cuando Cecilia comenzó a comparar el método de enseñanza de NLC con el de los cursos tradicionales. Nos explicó que con la enseñanza tradicional uno no siempre aprende todo lo necesario (la explicación fue que “si en un examen nos sacamos 7, entonces lo más probable es que quede un 30% de conocimientos que no fijamos correctamente” sic.). Concluyó explicándonos cuál era el costo total del curso de Natural Learning Corporation.

   El curso en el que, según nos habían dicho telefónicamente sólo tendríamos que pagar el material didáctico, ya que la enseñanza iba a ser gratuita, al final de la reunión nos explicaron que tiene un valor de diecisiete mil pesos aproximadamente por los 8 meses de enseñanza. Pero como habíamos llegado al curso por medio de la publicidad callejera (sic.!!) La NLC nos iba a descontar el %50 del costo… con lo que únicamente tendríamos que pagar un poco más de 8 mil pesos. Pero era importante que nos decidiésemos en ese momento, ya que la promoción era por esa única vez y si nos íbamos sin inscribirnos, perderíamos esa oportunidad.


   Al negarnos explicando que no podíamos pagar esa suma, Cecilia nos ofreció, como última opción, que el curso durase más tiempo. Igual cantidad de meses como cuotas nosotros necesitásemos para pagarlo.

   Como último detalle nos pareció importante visitar la página web de NLC (http://www.e-nlc.com/), el instituto donde, si nos inscribíamos, tendríamos que pagar ocho mil pesos por un curso de ocho meses. Allí la empresa se promociona como una editorial de material didáctico para el aprendizaje del inglés, no como un lugar donde se enseñe.